Se acerca el día. Ese en el que muchos ponen toda la ilusión de empezar el año nuevo con unos cuantos propósitos y por qué no, unos cuantos sueños. Es un buen momento para ponerse retos que nos impulsen cada mañana a levantarnos, trabajar en ellos para conseguirlos y tener esa ansiada felicidad de la que nos proveen cuando los logramos. Yo creo que hay que ir más allá, no buscar la felicidad en el fin, si no, disfrutarla durante todo el camino. Cada día es una oportunidad para avanzar. Quizás un día es momento de dar un paso atrás para rectificar o quizás, dar un paso a un lado para cambiar de dirección.

Está bien tener una fecha de referencia para esos logros, para empezar a trabajarlos, yo soy más partidaria de no dejar pasar los días si tenemos los objetivos claros. Te animo a que lo hagas hoy mismo, hoy es el mejor día para empezar el camino hacia tus sueños, busca pequeños retos que te hagan llegar al grande y disfrutar mientras tanto. Puede que no lo logres o que el camino que pensabas que te llevaría a ellos, te lleve a otro aún mejor. A eso que no esperabas, eso que te sorprende, eso que nunca te imaginabas que fuera para ti y ahí está, después de varias semanas, meses o incluso años persiguiendo eso que tenías tan claro en tu mente, tu mundo se revoluciona y te encuentras algo totalmente distinto pero una maravilla que enciende tu vida.

Me gustaría resaltar tres aspectos a la hora de trabajar nuestros propósitos:

– Seguro que tienes miedo o miedos, todos los tenemos. Valiente es aquel que toma acción a pesar del miedo. No es necesario superarlo, tienes que darle la mano y dejarle que esté ahí pero sin bloquearte. En ese momento, es posible que llegue a desaparecer por sí solo.

– Pide ayuda. Si lo necesitas no hagas solo el camino. No tenemos que poder con todo, ni saberlo todo. A veces tenemos bloqueos que no llegamos a entender. Por ejemplo, heridas del pasado, de nuestra infancia y educación que nos han marcado con patrones de conducta a los que les damos explicación con el “es que soy así”. Busca un camino de sanación para entender, aceptar y modificar en la medida de lo posible esos bloqueos que no te permiten avanzar. Hay muchas herramientas para ello y todo estará bien. Sin anclarse en el pasado, trabajándolo podemos conocernos y entendernos mucho mejor para evolucionar o volver a nuestro verdadero SER.

– Recuerda que nada es para siempre. Si hoy tomas una decisión que te lleva a un lugar, no tiene por qué ser permanente. Nos han inculcado la cultura del “para toda la vida”: el trabajo, la pareja, los amigos, la profesión… Somos seres en constante evolución y lo que hoy está en nuestra vida, no tiene por qué estar mañana. Y no pasa nada, está bien. Todo estará bien, si tú estás bien.

Como resumen: tratemos de tomar acción a pesar de nuestros miedos, buscando ayuda si es que la precisamos y tomar consciencia de que los cambios son posibles e incluso a veces, necesarios.

Está bien tener propósitos y sueños, son un gran motor para la vida de las personas, pero yo desde aquí quiero pedir un DESEO. Un deseo para mí y para ti. Un deseo para todos. Para hoy, para el año nuevo y para siempre:

Deseo vivir desde la presencia y la esencia de cada momento. Sin pensar tanto en lo que pasó o en lo que pasará. La vida es hoy. El pasado nos forma como personas, pero ya se fue. El futuro nos motiva a seguir, pero aún no llegó. Sin rencores y sin egos. Mirando desde el amor y escuchando desde el respeto.

PRESENCIA, ESENCIA, AMOR y RESPETO.

Persigamos nuestros sueños sin dejar de vivir nuestras vidas.

Feliz vida.

Escrito de TAMARA GIL ALONSO. Muchas gracias ✔️🤓🥰🌍💗