Acariciaba la brisa mi piel, las lágrimas se deslizaban lentamente por mi rostro, mis oídos se percataron del sonido acelerado del corazón, cada vez más rápidos, más fuertes e intensos.

Me tumbé en la arena, obviando aquel tañido perturbador que apagaba el ritmo de las olas rompiéndose en las frías rocas.

Cerré los ojos, apreciando el silencio, extendiendo la imaginación, volando en rumbo desconocido y desde allí llegué, al paraíso.

Aquel mundo de recuerdos, alborotando sentimientos mientras su mirada hablaba, me envolvía en dulces abrazos que erizaban mi piel mientras su húmeda lengua recorría mi cuerpo, aquel que conseguía que mis quejidos no fueran dolor, sólo el placer de querer, fusionándose en solo uno, amar nunca es un error, aquel capaz de engañar el paso del tiempo.

De repente un estallido seguido de una ráfaga de luz, despertó mi alucinación, abrí los ojos mirando al cielo, observé la belleza del suceso y descubrí que allí estaba el Amor a la vida, la naturaleza, la felicidad de soñar, momentos, vivir y sentir…

Siempre hay amor, abre tu corazón, mira a tu alrededor y verás como el viento te susurra QUIÉRETE.

Con este mensaje de Amor, Silvia Gonzalo Zamora nos deleita e invita a sentirlo de forma intensa 🥰

Agradecemos su estreno en escribelandia y deseamos que su lectura nos colme de cariño constante en cada palabra.