TOMA DE DECISIONES Y CAFÉ PARA TODOS escrito de Eva Espinosa Moreno

¿Y si me equivoco? – Le decía una amiga a otra en la terraza de un café.

Yo estaba sola en la mesa de al lado y cerquita de ellas. Eran los tiempos sin; “sin mascarilla, sin virus, sin restricciones”. Esa época en la que nos quejábamos sin ser conscientes de lo importante y que de alguna manera seguimos esperando a que vuelva ¿La recuerdas?

Esta es de esas conversaciones en las que sin querer, buscas que las miradas se encuentren porque quieres escuchar de cerca, porque sientes que te vendrá bien y porque no crees en las casualidades. Si hay dos personas que no conoces de nada a dos metros de ti hablando de un tema que te interesa, créeme que no es casualidad: Ni el tema, ni las personas, ni el café que te estás tomando.

Como buena observadora y un poco cotilla –porque las personas observadoras en el fondo y en la forma lo somos- puse el oído y el resto de sentidos. No me quedó otra. El choque fortuito de miradas, no funcionó.

-Amiga 1: Es complejo ¿Qué pasará si lo hago?

-Amiga 2: Evalúa con objetividad la situación.

-Cotilla (yo) en silencio: Interesante, venga vamos a evaluar con objetividad.

– Amiga 2: No soy nadie para dar consejos pero…Tú lo que tendrías que hacer…

-Cotilla (yo) en silencio: Me encanta este momento en el que ella No es nadie para dar consejos pero los da, metiendo su historia claro. Su conocimiento, su experiencia.  Siendo en todo momento “Muy objetiva”. Ella lo hace “por su bien”.

-Amiga 1:  Si yo supiese que va a salir bien.

-Cotilla (yo) en silencio: Ay si yo supiese los números del “euromillón” de esta semana…

-Amiga 2:  Ya sabes que hay riesgo.

-Cotilla (yo) en silencio: Eso parece. Entonces quedémonos en casa. Permanezcamos inmóviles. Dejemos de respirar por los siglos de los siglos, amén.

-Amiga 1: Se lo conté a mi padre y él me dijo….

-Amiga 2: Ves, tu padre lo ve como yo.

-Cotilla (yo) en silencio: Al final voy a conocer a toda la familia. Se está poniendo el tema interesante.

-Cotilla (yo) en silencio y suspirando: ¿Cuándo le preguntará cómo se siente ella?. La amiga objetiva se está olvidando de la personita que tiene enfrente.

-Amiga 1: Hay una parte de mí que me dice que lo haga y que no tenga miedo. Saldrá bien.

-Amiga 2: Eso no me lo habías dicho antes.

-Cotilla (yo) en silencio y sonriendo: No habías preguntado amiga 2.

-Cotilla (yo) en silencio respirando y sintiendo: Hazle caso a esa voz que te susurra bajito y te sorprende lavándote los dientes, cogiendo el metro o paseando por el parque.

-Amiga 1:  Hay otra parte de mí que me dice que puedo equivocarme.

-Amiga 2: Es tu parte racional. Hay que bajar las cosas a tierra. Te está advirtiendo.

-Cotilla (yo) en silencio sonriendo: Más que su parte racional son sus miedos intentando protegerla de algo que no controla.

-Cotilla (yo) en silencio: Amiga 2 ¿Quién te ha dicho que no esté bajado a tierra ni meditado?

-Cotilla (yo) en silencio y rumiando: Si en mi vida me dejase llevar por la razón, no haría el 80% de las cosas que hago. Lo importante es que para ella sea posible.

-Amiga 1: ¿Sabes qué? Si no lo hago siempre me quedaré con la duda y frustración de no haberlo intentado.

-Amiga 2: En silencio.

-Cotilla (yo) en silencio: ¡Me encanta, lo tiene claro! Con esta chica conectaría seguro…

-Amiga 1: ¡Voy a por ello!

-Cotilla (yo) en silencio: Termino el café y me marcho feliz…Porque hay un sueño que está a punto de despegar y he sido testigo de ello.

Cuando trabajo en sesiones de orientación con personas que están en búsqueda activa de empleo o en un proceso de cambio me doy cuenta que en un primer momento, las personas aseguran que no saben lo que quieren. Si sostenemos el proceso, observamos, indagamos, preguntamos… Nos damos cuenta que todas las personas sabemos lo que queremos. Otra cosa es, que creamos que podemos conseguirlo o no. Otra cosa es que estemos dispuestos a poner toda la carne en el asador, a invertir horas de estudio, a gestionar cambios o a renunciar a parte de nuestro ocio o vida personal por un tiempo. Eso, es otra cosa, pero claro lo tenemos. Lo tenemos clarísimo.

En el proceso de toma de decisiones hay muchos factores que influyen y algo que nunca falla: Actuar acorde a lo que somos, seguir nuestro instinto, hacerle caso a nuestra voz interior.

Nunca he escuchado a nadie decir que se arrepienta de hacer algo que le ilusiona, de invertir tiempo en conocerse, de vivir conforme piensa y siente.

El resultado no es lo más importante. Lo importante es que sientas que estás en tu camino dando lo mejor de ti. Eso genera satisfacción. Te empodera y te sientes feliz. Esa decisión que tomamos de ponernos en acción tiene un impacto positivo en nuestro entorno más cercano porque inconscientemente estamos ayudando a que otros relojes que se sienten parados se den permiso para comenzar a funcionar y también a brillar.

Como si de un diálogo de teatro se tratara, este curioso escrito nos propone ponernos en el lugar del otro a la hora de tomar decisiones.

Los sueños van más allá de lo que imaginamos 😉

4 comentarios en “TOMA DE DECISIONES Y CAFÉ PARA TODOS escrito de Eva Espinosa Moreno

  1. Preciosa historia y muy bien hilada, creo que somos muchas almas en este momento que necesitan sacar a pasear a su creatividad y soltarla cual paloma mensajera de este encierro que nos provocan nuestra propia mente🥰

  2. La toma de decisiones en un ☕ con Eva.
    Tomar perspectiva para evaluar la situación. Aconsejar si te consultan e indicar el mejor camino para llegar a la meta. Pero el camino lo haces tú, yo te puedo ayudar a planear la mejor ruta. Buen viaje en 2022.

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